Las palabras no consiguen salir de manera coherente, aunque creo que nunca te he hablado de esa manera. Suelo decirte cosas sin sentido, cosas que pasan, sentimientos, ganas o falta de ellas, o simplemente ves como caen mis lágrimas o sonrío y bailo sin parar. Pero esta vez no son falta de ganas, aunque tampoco las tengo, no son lágrimas ni tampoco sonrisas, ni si quiera puedo decir que es miedo o vacío… Hoy te digo que no entiendo nada, que parece que alguien se haya llevado parte de mí y la haya tirado muy lejos, y por mucho que intento buscarla no la encuentro. También te cuento que no sé que parte es, porque aun soy capaz de emocionarme con una canción, pero soy incapaz de sentir mucho más que eso. Te podría decir que estas palabras salen de mi boca impulsadas por miedo, pero es que está tan dentro que no soy capaz de identificarlo como algo ajeno a mí. Y me preguntarás por qué tengo miedo y yo te responderé, intentando llorar, que no lo sé, e intentaré llorar para poder aferrarme a que aún tengo sentimientos, que sigo siendo esa “apasionada” de todo, con ganas de todo que no entiende por qué no llora si sabe que hay algo que no funciona.
Porque hay algo que no funciona, sabes? Hay algo que no va bien, pero no sé el qué. Pero es que no estoy mal, no me siento mal, no me falta de nada… bueno, al menos eso creo…
Ves? Siempre me pasa lo mismo, cuando hablo contigo va saliendo todo y con ello las lágrimas que por fin me hacen mas humana Pues si, tengo miedo y es a tantas cosas que ahora las palabras salen casi sin quererlo. Intento callarlas y por eso no lloro… Ves? Ya no lloro y ahora lo guardo todo en esta cajita, te doy la llave y tú te encargas de llevártela lejos, no dejes que la encuentre o lloraré. Volveré a ser la de antes y creo que no quiero.
Como siempre, nada de lo que te digo tiene sentido…Porque sé que tengo miedo a no sentir, pero yo misma me niego a hacerlo, porque tengo miedo a no volver a llorar y me seco las lágrimas en cuanto aparecen, porque tengo miedo a la soledad pero no hay nadie en casa…
Lei una vez en algún sitio que el peor enemigo de alguien es uno mismo...